viernes, 10 de julio de 2020

Con permiso, don Alfredo, la columna vertebral.

Llega un partido al ritmo impuesto por el calendario, semana final, como a todos los equipos nos cuesta hacer cambios, sobre todo si reemplazas elementos fundamentales, no queda otro remedio, los errores pesan decisivamente, los aciertos también.
La columna vertebral Courtois/Militao/Varane/Casemiro/ Benzema se mantiene intacta. No es suficiente, si importante, porque en otras latitudes no existe la misma garantía. Nos llega un equipo que siempre cae bien en Chamartín, que ahora se ha descuidado, puesto nervioso, cambiado el entrenador, como si buscasen una reacción de último esfuerzo, no tiene buena pinta. No hay Chamartín, en obras, vamos de coronavirus.
De niño, tuve la camiseta de Zárraga, número 6, capitán, la que llevó en la final de la III Copa de Europa, Bruxelles, que recogió el trofeo tras la prórroga, ante el gran AC Milan de Schiaffino y Grillo, de los grandes partidos a ese nivel, exhibió otras más. Estuvo mucho tiempo en el cajón, amarilla, manga larga, cuello de pico, absolutamente blanca al lavarla mi madre. A mi me llegó como regalo de una mujer resentida con el jugador, no puedo relevar más, mi número favorito era en interior izquierdo, pero un día después de lavarla mi madre, se volvió a su blanco original con el escudo bordado.  No pude resistir la tentación de exhibirla, craso error. Alguien me la sustrajo de mi bolsa de deportes, no sabía lo que se llevaba, las camisetas no abundaban. JM Zárraga jugó en el Alavés.
Hemos ganado 2-0, con esa solidez de estos tiempos, jugadores frescos, muchas bajas en defensa, la columna vertebral decisiva. Quedan tres partidos

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