martes, 28 de julio de 2020

Parados.

Para hablar hay que saber, entonces me debería callar, pido indulgencia de antemano. Puedo intentar comprender lo que otros dicen, sobre todo cuando parece que tiene sentido, la cuestión eterna es el trabajo o su ausencia, el paro, las leyes que lo regulan, la demagogia que impera, las cifras del desempleo de este segundo trimestre, su relación con el corona, gran corona, como si fuese el tamaño de habano que a mi me gustaba. El principal problema de España es...el paro, el segundo...el paro, el tercero...el paro, es un problema esencial en el corazón del ser humano. Todos nuestros números en la OCDE en este aspecto son horribles, antes de la reforma, durante y no digamos ahora con lo que se hace. Quizá dependemos mucho todavía del Fuero del Trabajo, como en tiempos del Invicto, no se ha evolucionado tanto, el mundo ha evolucionado mucho más, muchas leyes al respecto bastante inútiles, demasiadas, o insuficientes. Los agentes sociales, patronal/sindicatos, han evolucionado desde 1978, quizá convendría oirles juntos, dar una oportunidad a superar este escollo., creer en su madurez. Desgraciadamente es un problema enquistado, terrible, que arrastra otros muchos, aunque no es el único porque esta el de los nacionalismos sin sentido que se combinan en una mezcla explosiva. Los responsables políticos tienen mucha culpa, también creo que el españolito se conforma en exceso, alguien debe explicarnos las diferencias con Alemania o Francia porque cualquier crisis es un subidón en el paro, como si sólo sirviesemos para terrazas, bares, hoteles, eso si fútbol, que no nos lo quiten.

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