martes, 20 de abril de 2021

Golfillos peloteros y gobernantes. Day Two.

Salvar el fútbol, transparencia, pérdidas. Me desperté con lo de la Superliga, nombre que suena fatal, pretencioso, hortera, es noticia incluso en Australia, entre koalas y canguros; todo muy influenciado por su relación con Londres, idioma, mercado asiático, donde el titular era que el PM de UK ("drop a legislative bomb") y todos los demás ministros harán lo posible para evitarlo, de hecho creo que los seis ingleses se han retirado. Como diría Mourinho, ya cesado en el Tottenham Hotspur,  ¿por qué ? (poner acento portugués para que haga más gracia, a algunos). La respuesta la misma que en "All the presidents men: follow the money". Pienso que las organizaciones internacionales son necesarias, o habría que inventarlas,  muchas son resultados de la Segunda Guerra Mundial, lease FMI, Banco Mundial, UE, UEFA, OMS, no digamos UN, lo que ocurre es que los que trabajan son seres humanos con necesidades, confort, seguridad, el dinero puede comprarlo casi todo, no todo es eficacia y transparencia. Bruxelles, sus muchas organizaciones son el ejemplo, hacen falta, si las cerrásemos habría que crear otras, reinventarlas, con los mismo humanos volvería la condición humana, las justificaciones  ¿de lo mío qué? decía uno en una película de Almodóvar. Ya con el tratado de Maastricht, ley Borman en cuanto al fútbol, el politiqueo hablaba de una Europa, es mentira, desde el Brexit hasta el problema en Cataluña o País Vasco, son intereses que impiden la unidad. En otras palabras los políticos son necesarios, pero no acaban de funcionar. Reconozco que el órdago de los clubs que más generan lo presentía, aunque dudaba que se atreviesen a cara descubierta, deja muchas dudas, cabos sueltos, sorprende por su rotundidad; todos justifican que trabajan por el bien de todos, o que no es una cuestión de dinero, o que si no se gana dinero se hunde el trasatlántico, o que hay que reaccionar, bla bla bla; los gobiernos, tan poco fiable ellos, se oponen con amenazas, la amenaza del poder, los que tienen a los jugadores son los clubs. No se lo que pensarán el Racing de Ferrol, Cádiz o Efesé. Desconozco si hay espacio para la negociación fracasada, si es el objetivo; en todo caso me fío más de Tito Floren, como le llama un amigo mío, me parece que tiene una edad experiencia, escasas ambiciones razonables, el futuro solucionado, aunque ignoro lo que hay detrás; no les ocurre lo mismo a todos esos demagogos profesionales que no dicen nada, viven por encima de sus prestaciones, aparentan proteger su silla, eso ocurre mucho en FIFA, UEFA, en Bruxelles, bajo el paraguas del bien común. Claro que yo soy del Madrid ¿de qué otro club se puede ser?

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