sábado, 17 de abril de 2021

Volando voy, volando vengo, con mascarilla.

Esto de los viajes hace tiempo que dejó de ser el sueño de Wilbur & Orville, los aeropuertos se fueron llenando, los aviones también, volar ya no es un placer, ahora con el corona es otra cosa, otra modificación o vuelta de tuerca. Los de Luthansa muy simpáticos menos uno que debía estar agotado, esto del virus sorpresivo incrementa el stress. El aeropuerto de Franfurt no diría a tope, si con gente, todos con máscara medical, te siguen, si no es medical a cambiársela. Madrid-Franfurt eran 14 vuelos diarios ahora son dos y al 40%, no tiene esto buena pinta, no descubro que para las compañías aéreas es un gran palo, incluso para las más fuertes. En las Españas llegó hace muchos lustros el turista dos millones, bajando de un avión, creo que tuvo su película, estos alemanes serios/trabajadores, tan suyos, no pueden gozar de nuestro sol, sangría y demás y se les nota, se les ve tristones en Franfurt, como el Bayern, necesitan ir a Mallorca volando, en poco tiempo. No creo que ni frau Merkel pueda controlarlos; no veo medidas mejores, ellos cuentan con las vacunas cupo de la UE, son muy responsables e intentan ser solidarios, que si no se desmadran. Hoy me he dado cuenta, por primera vez, que como no acabe pronto este rollo del corona, no es que no volvamos a nuestra vida de antes, es que muchos cosas van a cambiar. certifico que en la gran Alemania el despiste es similar. Poca gente en el vuelo a San Francisco, preciosa llegada, un par de bebés y nada de tercera edad, el mundo está atrincherado no sólo el Inserso.

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