viernes, 28 de enero de 2022

Dolce Vita.

Me han mandado, como a casi todos, en esas círculos que nos rodean un chiste por whatsApp; aparece una monja, bella, atractiva, picarona que diría mi abuela o pelandrusca mi madre, de blanco como mi equipo, una monja católica como Dios manda. Esta monja digna de un musical de Broadway tiene debajo suyo una decisión de su jerarquía: "las infidelidades cometidas por hombres mayores de 60 dejan de ser pecado y pasan a ser pequeños milagros". Aquí en USA, en Hollywood, chocaría, indignaría a varios colectivos. En primer lugar el de machotes estrellas de Hollywood con varias leyendas en su  tumba revolcándose con Tony Quinn a la cabeza, Nicholson, Mc Queen, o el mismísimo Casanova, muchas de las leyendas afirmarían que habría que subir el listón por encima de los 60. Otros que los milagros no existen, si existen pastillas que Sade hubiese agradecido, si es verdad lo que cuentan sus aventuras. Estos serían los machotes, machistas y frívolos de siempre, los de #Metoo, los del cine, los de lo políticamente correcto lo verían como una anticualla hispana, la poca sensibilidad hacia ciertos colectivos, porque lo importante es la cantidad de personas con orientaciones sexuales distintas que cometen infidelidades que no lo son sino mera expresión de sus apetencias, libertad y ganas de cachondeo. He llevado a cabo una reflexión, los hispanos somo humildes, conscientes de nuestra condición humana, pecamos y esperamos que nos indulten, somo toreros en el fondo.

NB/ Fellini se inspiró en la señora de la foto para una escena de La Dolce Vita.

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