sábado, 1 de enero de 2022

¡ Y qué Dios reparta suerte!


Y en estas estamos, no sabiendo si tomar las uvas a las 1500 locales o a las 1800 o a las 2400 que ya es un poco tarde en estas latitudes, se pueden oir en Sidney, La Puerta del sol o Times Sq, claro que la mayoría sin uvas; lo importante son las uvas, pardiez que no son Moscatel son sin pepitas que no saben igual. El caso es que te llegan felicitaciones, fotos de amigos, buenos lugares donde están, buenos deseos y me han preguntado que ya que teníamos unos minutos libres podríamos pensar en el año que fue. Hemos repasado brevemente una retahíla de retos superados, buenos momentos, gracias concedidas, y despiste, despiste general porque este mundo es muy grande, hay miles de millones de personas, todos los días, todos los segundos pasan miles de cosas y pretendemos en unos momentos resumir unos 365 con nuestros memoria escasa, nuestras facultades tocadas, nuestras limitaciones. No cabe duda somos atrevidos, osados, inconscientes, no como aquel que se planta delante del toro de la foto dispuestos a crear una faena artística, a intentar hacer lo que pueda, que sólo se le ocurre pedir suerte para sus compañeros cuando no te puedes echar para atrás.

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