La vida de un payaso.

 Se acaba el mes de enero de 2022. principio del tercer año triunfal de la covid-19; en medio de la vulgaridad habitual que nos rodea, cotidiana, genérica, universal. He tenido que recurrir a los clásicos al pensar en el centenario del Ulysses, ese libro que me costó tanto leer en inglés, sin llegar a entender muchas cosas, que no me gustaba en castellano, fueron varios intentos; una irlandesa me dijo que el secreto es leerlo en voz alta; yo a todos los irlandeses, con los cuales me llevo muy bien después de lo de la Gran Armada, les he preguntado sobre James Joyce y su obra maestra. No tenía a Homero a mano estos días que siempre me saca de un apuro y he recurrido a HBO Max; había cuatro películas de Charlie Chaplin, Modern Times, The gold rush, The great Dictator y Limelight, he cometido un gran error, he escogido esta última, nuestra "Candilejas", del año que yo nací; profunda, triste, de ocaso, directa al corazón., música fantástica, familia,de Chaplin, Buster Keaton. Es la vida de un payaso alguien que existió. Coincide que en los ojos de Chaplin, ya con sus más de sesenta he visto una mirada que reconozco, me he estremecido un poco. La elegí porque es la que menos he visto de todas las obras de este hombre y voy a repetir con las otras para volver a los pocos genios que en el mundo han sido. Mañana si Dios quiere buscaré otro consuelo.