Ya lo cantaba Julio Iglesias el gran triunfador como cantante que no sabía cantar, le gustaba el fútbol, portero aficionado fue su techo, si se hubiese dedicado a la política no lo adivino, el techo quiero decir. El partido de la final lo he disfrutado, pero los periódicos me han llevado al bajo nivel político. y estamos en Enero. No toca fútbol, de eso ya hablé ayer, lo que pasó en Ryad fue una consecuencia lógica dentro de la lógica de este deporte. Ryad no es ejemplo de fútbol, ni del llamado progreso occidental, es consecuencia del petróleo, el Islam, el desierto, todo dentro de su lógica. Donde no hay mucha lógica es en lo que llamo el mundo de la política, intento deducir principios, reglas que manejen estos asuntos, mis conclusiones son escasas por mi torpeza. Veo como los medios afines ponderan exageradamente al que apoyan, cuando hace algo sensato; le disculpan cuando mete la pata, sucede no sólo en las Españas, es patrimonio de la humanidad política; se busca siempre un sucesor porque las caras viejas aburren; se critica sin piedad, la mayoría de las veces sin criterio, al enemigo, para aniquilarlo en una carrera de resistencia ¿ Cómo es posible que una labor, servicio, tan necesario goce de tan escaso prestigio?
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