martes, 7 de marzo de 2023

Escuchar.

De nĩño me gustaba escuchar a los mayores, mis tíos o tías, vecinos, mucha gente venía a casa, se comía, fumaba, se creaba una niebla, había hasta whisky escocés, vermouth con sifón, cerveza Mahou botellin, aperitivos, sobre todo hasta que apareció la televisión con su carta de ajuste, problemas de antena e interferencias. Mi padre contaba sus historias, sus hermanos le tomaban el pelo, mis tías se reían, los vecinos se regodeaban; el invitado que no era del Madrid sufría con silencio, dignamente, para disfrutar de las viandas, a veces había que bajar a la bodeguilla por más cervezas, se hablaba de toros, del hambre en la guerra, con menos había más. Ahora es más de cenas. En la mayoría de las conversaciones de un grupo todo es disperso, a veces pienso que en España, en particular, llega un momento en que no sabes de lo que estas hablando, eso si puede que se coma bien, se beba, te rías, y no me refiero a que el tema de conversación sea la política, los políticos, el fútbol, da un poco igual se trata de hablar, contar tus batallas, como antes sin la gracia de Azcona. A lo mejor es simplemente bueno como terapia. Sólo he vivido esta época, esta mundo, he recibido la educación que he recibido, he intentado leer, aprender, he buscado a todos aquellos que me podían enseñar, ahora me gusta escuchar, aunque reconozco que te quedas dormido porque, en general, no soy capaz de seguir la lógica. La Lógica tiene una definición que me gusta " Método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas". No se puede exigir tanto, la gente bastante tiene con vivir o sobrevivir.

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