Perry.

California es casi de las dimensiones de España con unos 40 millones de residentes, hay mucha gente que viene y va, lo que llaman Los Angeles county cerca de 10 millones, la vida es bastante cara, su Producto Nacional Bruto es más del doble de Rusia. California sería sola una potencia mundial, con la crisis de la banca en Silicon valley incluida; es el lugar elegido por Harry & Megan para vivir en una humilde choza, como corresponde a gente de su condición, ella por boda él por cuna. Lees LA Times y no te produce una buena impresión es como un vacío sus artículos dejan mucho que desear, demasiado politiqueo barato. Ya saben que siempre se vuelve a los orígenes, ahora estoy volviendo a mi infancia de forma diferente, gracias a Perry Mason, HBO, tele de calidad, el dulce LA de los años treinta, recuperación, sueños. A finales de los cincuenta y sesenta, en plena polución, era un abogado que no creo perdiese ningún caso, siempre empezaba con el paso cambiado, el fiscal crecido y acababa remontando. El protagonista luego supimos que era gay, aunque fuese Ironside o el asesino de La ventana indiscreta; la secretaria listisima, eficaz, muy guapa. A mi Perry no me impresionó directamente, funcionó, como funcionaban muchas series de esa época. Si me traumatizó una señora en el estadio Metropolitano de Reina Victoria, con calabozo y todo, mi padre le tenía cierto cariño al esatdio; en un partido contra el FCB gritó a  a uno de sus jugadores: " Adelardo, paleto, eres más tonto que el fiscal de Perry Mason". No se que se pensaría ahora de este insulto si se lo dijesen a Simeone.