Golden Gate, un puente.

 

En verano como que la sauna no pega. Recuerdo que los finlandeses invitaban a fiestas en saunas. Hay aspectos culturales. La sauna es como el convento que cantaba Raphael que una cosa es por fuera y otra por dentro. Además no es sólo como entras sino más bien como sales, a mi me bajan mucho la tensión.

No vivo muy lejos de ese Sauna Bar, ahora muy popular, de la Castellana,  no he ido nunca. Casi enfrente está D'Angelo un clásico,  otro ambiente otro gustos. Muy cerca La Garriga,  otro clásico en otro sentido, no es barato para tomar algo bueno sin maldad. 

En D'Angelo he estado, otros tiempos, otra época, Más atrás en el tiempo Alazán, Encanto y Belleza anunciaban en el franquismo, que pasó a mejor vida, allí empezó cantando María Dolores Pradera, qué cosas. La terraza de Riscal  que a don Fernando y a muchos les gustaba con sus paellas que mandaban hasta El Vaticano y también gustaban porque la curia siempre ha tenido buen diente. Siempre me pregunté como las recalentaban, aunque  un buen arroz se puede comer de un día para otro. Hubo otros lugares como Pasapoga, Morocco, etc etc, de Rodríguez en el cálido verano y de invierno frío. Un poco de lo mismo mismos tipos, necesidades, actores/actrices/protagonistas, más o menos gracia que es lo fundamental, Pero un ¿Sauna bar?. 

En una de las pelis de Torrente la  2, películas de espías de alto nivel con licencia para saunear, saĺía la sauna Golden Gay que parecía evidente su clientela, pero que era una pista equivocada por el nivel de inglés de los investigadores.