A los 3.000 que vieron caer el telón en el Vicente Calderón.Vuelta semifinales Champions.

Último partido en el campo del Manzanares, una semifinal de Champions, la vuelta en el Vicente Calderón. Gran emoción, muchas palabras, más palabrería y ¿Qué pasará?

Nos creemos que todo el mundo lo sigue con pasión y he conocido gente, hoy en Madrid, que le importa un pimiento. 

Día de calor y amenaza de lluvia. Veremos como se desarrolla el encuentro. 

El Atlético sale con un equipo muy atacante, que me gusta en principio y claro me preocupa. Nosotros con un equipo previsto conforme a nuestro comportamiento habitual. 

Rueda el balón.

Salida fantástica de los locales, mucha intensidad y gran efectividad para hacer dos goles muy rápidos, el estadio lanzado a su estrellato. Partido complicado para el árbitro fruto de la manera de comportarse los jugadores, las ganas y esos excesos tan habituales. 
Se repliegan los del Atlético para coger fuerzas, defenderse ( lo que mejor hacen) y esperar una contra o la segunda parte. No cejan en el empeño de presionar tres o cuatro a la vez,  son competitivos, de recuperar la pelota con su fútbol un tanto carente de eso.

En esto aparece el gran Karim, sale de una jugada en el alambre contra tres en la raya, que ni yo me lo creía, el fantástico Oblak hace un paradón a Kroos e Isco, muy activo, la mete.

Se acabó la historia.
La grada sigue a lo suyo.

El segundo tiempo fue solamente de esperar el silbato final. Los locales continúan en su laberinto, pero el fútbol lo pone el Madrid. Buen partido de Modric, Benzema, Isco, Kroos, Navas y otros.

Al final el cielo se abrió y no creo que para celebrar el final de la vida del estadio, su último partido, sino para empapar al cansino del vendedor de molinillos que los entrena, que se tuvo que poner una gabardina para cubrir su implante. 

Mientras ZZ se mojaba su traje, aguantaba, y no gesticulaba tanto; la misma diferencia que existía como jugadores. 
Creo que es bueno mantener el estilo hasta el final.