Cuando veraneaba de pequeño en esta ciudad y me paseaba en coche de caballos siempre olía muy bien a flores, a jazmín.
Último partido de Liga, para nosotros en Málaga contra un local que está jugando bien, en racha impresionante. Se ha escrito mucho y casi siempre en la misma dirección sobre este encuentro, llega el momento de verdad.
Presentamos al equipo de los partidos decisivos y empezamos bien, concentrados.
Isco da un excelente pase muy pronto y CR7 demuestra su buena condición actual. A partir de ahí los dos juegan con intensidad, sin entradas demasiado duras en estos primeros 45 minutos, algunos de los jugadores locales parecía que se jugaban la vida y eso es bueno.
El Málaga llega a balón parado con un peligroso Sandro que pone a buena prueba a Navas, también Kameni demuestra su agilidad en las acciones atacantes nuestras. El marcador es ajustado y queda un mundo por delante. A veces jugamos con el resultado, especulamos y eso hace que la pelota se pasee cerca del área visitante.
La segunda parte es similar. Al final 0-2 y campeones de Liga.
Un equipo regular, variado, con muchos jugadores que han llegado en buena forma, frescos, no como otras veces, a los meses decisivos. Hay un buen trabajo de Zidane en el torneo de la regularidad, con algún altibajo y teniendo que superar que todos se creen titulares y eso en este equipo siempre han sido palabras mayores. El puesto hay que ganárselo y las condiciones previas se suponen.
Queda alegría para celebrar y un reto todavía más complicado contra un equipo ambicioso, muy hecho, con pocas fisuras. Vamos a tener que jugar bien, no cometer fallos y tener un poco de fortuna.
Pero eso es otra historia.
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