Partido que hay que ganar y mucho ambiente. El rival ha jugado bien esta temporada y es peligroso.
El Sevilla es un buen equipo; Sampaoli sabe de esto ( cuenta con un segundo antimadridista que es un gurú teórico de este deporte y siempre da el consejo correcto, eso si, consejos nada más) y sólo le queda comprobar sus niveles de incompetencia en retos superiores.
Se presenta con un equipo sólido, probablemente lo mejor que tiene ahora y un buen portero. Defienden muy ordenados y atacan con pocos para no descuidar. Jovetic se muestra activo y peligroso (se ve que su futuro está en juego) junto a Correa y Vitolo. Navas demuestra gran agilidad y reflejos en nuestra portería y el Sevilla no marca en la primera parte.
El Madrid presenta una alineación de frescura, pero baja su rendimiento atacante con los dos laterales y se echa de menos el fútbol del croata genial o las recuperaciones del mediocentro. Riesgos a asumir.
Asensio, inteligencia, calidad extrema, conducción pegada al pie y buena disposición a defender e incordiar, muy de nosotros, lleva todas las iniciativas. La eficacia de cara al gol nos permite llegar con dos goles de ventaja al descanso.
Lo curioso es que Jovetic ( que ojalá se comporte con el mismo ardor siempre) marca un buen gol en la continuación; no defendemos, no entramos y le dejamos lucirse. El Madrid jugaba muy mal sin balón, no recuperaba y permitía al contrario moverse a su aire como si se tratase de un entrenamiento, sin nervio.
Lo corto del resultado obligaba a hacer cambios, lógicos, y el partido se acabó ahí. Alguno me sonaba a despedida definitiva. Llegó el equilibrio y el rival ya había dado su nota máxima. Faltaba el gol de CR7, al estilo de mi ídolo Puskas que también llegó acabado al Madrid, con 30 kgs de más y jugó diez años. Un excelente gol.
Lo curioso es que no hicimos faltas y nos sacaron muchas tarjetas, pero nuestro defecto es, a veces , que nadie da patadas o intimida. Me ratifico, ser árbitro es un chollo en este campo.
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