El compromiso.

Compromiso es una bella palabra. Hay veces que el cine te hacía pensar o te hace, aunque no compartas los argumentos del creador o no te sientas identificado con la historia. El título original que he vuelto a ver es The Arrengement, diferente, una película de Elia Kazan  de las últimas,1969, autor controvertido, basada en libro propio, un director que no puede pasar desapercibido a nadie ni en teatro ni en cine. A mi me interesa Evangelos el personaje principal que rechazó Brando. La primera vez que vi está película yo tenía otra edad, no conocía a ninguna persona llamada Evangelos, ni había leido el libro del propio Kazan, nacido en Constantinopla en otros tiempos, ahora me siento más cerca del protagonista, ahora pesan sobre mi los muchos veraneos en Naxos, mis amigos griegos, esa isla que tiene un Kouros de miles de años, cuyo mármol salía para la Akropolis, la isla central de las Ciclades, el templo de Ariadne. El protagonista vuelve a su infancia, u orígenes, donde a lo mejor está el principio de todo. Es simplemente una historia de hombre cansado, matrimonio que flojea, éxito profesional, trabajo que no satisface, chica joven/atractiva que se cruza. La figura del padre seguramente tiene algo del progenitor de Elias Kazantzoglo que llega a los US de adolescente. En muchas cosas, detalles, tiene modernidad, no sólo los medio-desnudos de la guapa de turno o de la más madura entre cortinas, también de Kirk Douglas que se encontraba cachas, Brando hubiese estado más gordito entonces. Ya no es el estrecho del Bósforo es California, New York, el mundo moderno, otro sentido de la familia, otros conceptos, el valor del dinero. Hay compromisos con tu país también.