¿Resaca o impeachment?

Llegan un grupo de descontrolados e interrumpen en el Congreso, Washington D.C., la cuna de la democracia, ciudad creada en democracia junto al Potomac, no es una visita turística, sorpresa, no es 1812 contra los ingleses; fallan las medidas de seguridad, se sienten seguros, hay muertos, el show se acaba, pero continúa. El impeachment, la cuenta atrás. No es que no sea relevante, impactante o impresionante, lo es ciertamente, ahora bien basta de repetir tópicos, hay que preguntarse ¿por qué se ha llegado a esto? ¿Por qué llegó Trump a presidente ante el petardo, construido a la fuerza, Clinton? ¿Por qué Trump tiene 90 millones de seguidores en Twitter? ¿Por qué Biden o Pelosi o una vicepresidenta como alternativa ante el DNI de los otros, son los supuestos líderes alternativos ? ¿Cuales son los verdaderos problemas de país? Quizá sea simplemente decadencia, fin de una etapa, necesidad de cambiar, nuevas gentes realmente nuevas, en espíritu, pero ¿dónde están esas gentes? ¿cómo son educados? Allá en USA se airean, como si fuese una cuestión de Hollywood o The NYT, los símbolos de poder y medios,  como si los medios fuesen el ejecutivo-legislativo, las tendencias que preocupan sin explicar los verdaderos problemas de una potencia económica que en sus logros se ha olvidado de sus esencias, cómo comenzó, sus luchas, penas, dolores, fracasos, triunfos, su razón de ser, objetivos, se ha olvidado de educar a generaciones. Son una nación rica, poderosa, con problemas pendientes, perdida, porque la hipocresía, las falsas formas, lo políticamente correcto, han calado, hay una falta notable de autenticidad.  No quiere decir que los demás seamos mejores.