domingo, 29 de junio de 2014

Ortega y Gasset, el general Mola, Sarajevo y las sorpresas

El verano es traicionero. Por un lado en el hemisferio norte se llega "agotado" a las vacaciones y por otro hay quien espera el verano para hacer de las suyas ¿Qué sorpresa nos deparará este verano a nivel mundial? Si no ganan Brasil o Argentina el mundial será una sorpresa, pero no tanto, y a mucha gente le importa un comino. 
En un verano de hace 100 años mataron a un archiduque y a su esposa y se armó esa guerra, europea sobre todo, con intervención final de los yankees y preludio de la auténtica guerra mundial, la guerra de todas las guerras, la de 1939. En medio, como macabro aperitivo experimental, España se vio envuelta en una Guerra Civil durante casi tres años, que dejó un país destrozado, dividido y con la boca abierta. Como al brillante Ortega despavorido ante lo que creía ser una discusión intelectual sobre formas de gobierno y la realidad de una pistola en la sien o un pelotón. Todo empezó en calurosos veranos. 
¿Por qué mueres?
Una enfermedad te lleva a la muerte, pero ante la violencia hay que estar preparado porque además de la cara de tonto debe ser terrible no saber las razones. Leyendo las memorias del general Mola, luego muerto en un accidente de aviación, viendo lo que escribía siendo Director General de Seguridad te das cuenta de las similitudes con nuestros tiempos ...y las diferencias. El mundo, Europa, ha cambiado ...y a veces parece ser el mismo, como si las generaciones tuviesen que equivocarse ellas mismas porque no hay nada como los propios errores. Los de los otros son sólo material nostálgico sin valor real, dignos de un cuento.

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