martes, 24 de junio de 2014

¡Plaza de toros no! ¿Mezquita entonces?

Resulta que en un partido del mundial, un jugador de fútbol muerde a un defensa que es bastante sucio, por cierto. No se puede hacer y no es la primera vez, le castigarán y un tipo extraordinario como jugador se perderá un tiempo en el olvido, una pena y una realidad. Como otras veces.
Y muere Eli Wallace, el feo, de "El Bueno, el Feo y el Malo", y muchísimas películas más, con una vastísima carrera en Hollywood. Me parece que ya solo queda El Bueno, que es un tipo magnífico y tiene pinta de durar mucho. Este Wallace era un auténtico profesional,  un judío de Brooklyn que hacía de todo, y que como me dice alguien se ha aprovechado largamente de su vida, ha superado la media ampliamente y ha podido hacer películas casi hasta el final. Le hubiese gustado llegar a lo 100 años, o quizás no. Como otra veces estas cosas pasan.
Lo que no sucede muy a menudo es convertir una plaza de toros en una mezquita. Y puede que el dinero del petróleo, además de centros comerciales, edificios muy altos, mundiales de fútbol con mucho calor, y otras hierbas/inversiones, fluya para que en un lugar construido para la lidia de ese animal precioso y plástico, se convierta en lugar de oración, en símbolo de una religión, en un emplazamiento emblemático de Barcelona. Desconozco si es un globo sonda para ver reacciones o es una oferta con fundamento que requiere respuesta porque la pela es la pela.
Si se confirma la noticia, no se que harán con el museo taurino, ni con el espacio protegido a los animales, ni con la vuelta de José Tomás, que ya nunca volverá a torear allí. Tampoco se si el sentimiento anti español pesará en la decisión, pero, como casi siempre, en las vueltas de la vida los absurdos se vuelven contra aquellos que hacen algo, simplemente por ser anti otra cosa. Como otras veces estas cosas pasan.

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