sábado, 15 de noviembre de 2014

One World Trade Center en acción.


Han inaugurado otro rascacielos en la isla, alto, hermoso, otro bello edifico que añadir al panorama de la capital del mundo en el siglo XX y que continúa.
Recuerdo el 11 de Septiembre de 2001 por múltiples razones. 
Ese mes de Agosto lo pasamos en New York City, en pleno Manhattan. Un miembro fundamental de la familia estaba allí y vio en directo el segundo impacto, luego se quedó más de una semana. Un niño inocente, como todos, de siete años me dibujó lo que vio en televisión con los helicópteros y gente lanzándose al vacío y dijo :"han destruido las dos " , como si cargarse una fuese ya algo increíble. 
En Noviembre cerca de Thanksgiving visité Washington y contemplé los efectos del ataque, en Enero vi el inmenso hueco en la tierra, ya con el euro en la Desunión Europea. 
En verano había hecho una foto de ese niño dibujante con una coke y me tiré al suelo de la calle para de abajo a arriba poder captar las Twin Towers completas; cerca de Navidad, con mucho frío, sólo quedaba el agujero un inmenso agujero.
Fue mucho tiempo en USA.
De todo ello sólo estaba seguro de una cosa: se recuperarían.
A todos los pueblos les suceden cosas terribles, merecidas o no, equivocaciones de gobernantes o luchas por el poder, accidentes o el fruto de las inseguridades humanas, pero como dice Serrat: "Lo importante es como reaccionas a lo que ye pasa y no lo que te pasa".
Una bonita lección del poeta. 
Hubo un tiempo en el cual el español, de cualquier origen o condición reaccionaba con propiedad a lo que le pasaba sin importarle ni llorar mucho y edificaba sobre las ruinas.


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