martes, 13 de junio de 2017

Política, fútbol y religión.

Son tres temas de los que muchas veces me arrepiento de hablar, o mejor de discutir con alguien. Aquí en las Españas resulta complicado, no se llega  a nada, mantenimiento firme y tenaz de las posiciones. trincheras y respuesta feroz. Uno de los tres, por separado, ya es suficiente para producir reacciones descontroladas; si se mezclan es explosivo puro, nitroglicerina inestable. Religión y política son un cocktail terrible. Incluso cuando adviertes que la Fe marca la diferencia y no es una cuestión de razón, nadie escucha.
En política intentan encuadrarte en "algo" reconocible, resumirte o se manipulan justificaciones.
Así tenemos al entrenador del City que alaba el ejemplo de Qatar como país de libertades (?), simplemente por simpatía comprensible u otras razones; pero no se puede ofender a la inteligencia ajena con tanto descaro, no es un ejemplo de libertades Qatar ni ninguno de los países de esa zona, al menos ejemplo del concepto occidental, greco-romano, de libertad.
Así hablaba ayer con un aficionado del Atlético de Madrid, con mucho calor que seguramente me desgasta; no pretendía nada, pasar un rato, saqué un tema equivocado. De pronto ( como si lo provocase) te recuerdan jugadas, decisiones arbitrales, influencias del club, arbitrajes siempre a favor, politiqueo, dineros. Cuando no creo en ninguna lista de mejores jugadores de la historia; pienso que el fútbol es un juego, que los árbitros se equivocan, que el campo se ve de una forma, que luego en la televisión debes reconocer si hay penalty, fuera de juego, agresión o algo que las imágenes evidencian. Influye la fortuna, no pretendo imponer mi opinión sobre gustos; normalmente gana el mejor; cualquier forma de jugar es digna, los jugadores marcan la diferencia, hay que ser competitivos, luchar hasta el final, cada época es distinta, las comparaciones hay que matizarlas,etc, etc..no conseguí progresar, la conversación se enmarañaba en tópicos de bar o programa tóxico de televisión.
Como vi que no avanzábamos trate de cambiar al basket, la NBA, porque pensé no es el Madri-Atleti, pensará que hay neutralidad, hablemos de baloncesto. Y me preguntó , supongo que por lo que yo trataba de explicar, si era de los Cavs. Me quedé perplejo. No soy de ninguno. Los Celtics me enamoraron y Boston me encanta como San Francisco o New York. Conocí a Magic viviendo en US en sus comienzos y Lew Alcindor, ya me entusiasmaba cuando empezó, disfruté con Erving, Malone, Jordan, Shaq, Kobe, y tantos otros. No tengo preferencias. Del Madrid soy desde que nací.
Ayer los Warriors ganaron por mucho que Lebron e Irving lo intentasen porque Durant, Curry, Iguolada, Green, son una fuerza enorme. Justos campeones.
Seguramente es que estoy equivocado, tremendamente, porque busco razonamientos en algo que es completamente visceral.

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