domingo, 4 de junio de 2017

De nazareno por las calles de Cardiff.

Llegó el día 3 de Junio y la hora, la de la Champions. 
Los habitantes de Gales a través de su nuevo estadio, se convirtieron en el centro del mundo, el futbolístico y el de los curiosos; los del Madrid éramos menos numerosos. 
Yo ya había tenido el presentimiento la noche anterior de la victoria a través de una diva de la ópera, sólo quedaba esperar.
Cuando ganas, y de esa manera, cuesta más ponerse a escribir. Nada importa, el resultado lo dice todo y el juego parece establecer una diferencia, que no se si en realidad existe. Los buenos jugadores del campeón de Italia lo intentaron, pero desaparecieron engullidos por otros tipos muy seguros y decididos a ganar.
Salió el Madrid de nazareno cual Feria de San Isidro. 
Los favoritos de la Juve con sus colores característicos muy bien posicionados en el campo al principio. Luego un contrataque estupendo y CR7 nos adelantó, pero Mandzukic igualó con uno de esos goles que de vez en cuando entran y a reponer fuerzas ambos al vestuario.
En la continuación los del Madrid comieron algo, porque arrasaron por convencimiento, eficacia, fútbol, anticipación, posicionamiento, intensidad y remates letales. nada que objetar. No recuerdo una final de tanta superioridad, quizás más que aquella de 2000 en París.
Y el caso es que estos jugadores con CR7, Modric, Kroos, Carvajal, Casemiro (buen gol) y todos en general levantaron la número 12, con un 1-4, porque íbamos de visitantes, significativo. 
No se sufrió, yo al menos nada, se me hizo muy corto y no se lo que dicen los expertos de este deporte que ponen pegas a la evidencia.
El regreso una delicia, las maletas no llegaron, pero ya todo es pasado y hay que pensar en el año que viene, el equipo, los relevos y la consolidación de esos jugadores como Asensio que tanto prometen.

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