miércoles, 26 de junio de 2019

Otegui, plomo, retórica, mentira.Animal político.

Un tipo que no me inspira nada, nada bueno.
Ya saben lo de la entrevista a Otegui, no la he visto, la verdad es que el señor Otegui no iba a decir nada nuevo, sigue en sus trece acomodado a las circunstancias, en eso si es un animal político, lo que no se es que clase de animal poor no ofender a ninguna especie.
Desde luego tiene Otegui sus partidarios, los que votan a su partido, simpatizan, como los ha tenido lo que él promulgó siempre. En esta España es legítimo decir cualquier cosa mientras no actues, aunque se actúa mucho, cuesta condenar con la ley en la mano. Otegui se ha caracterizado por exponer muchas veces sus proclamas o reivindicaciones, actuar clandestinamente, moverse en esas aguas, cumplir su papel. Ya la primera vez, me causó muy mala impresión, cuando decía lo mismo, cuando había muertos.
Es un tipo que causa repulsa natural porque su cara no contribuye, ni su gesto, ni lo que esconde, es falso y se cree que es alguien. Es como un cura que te está engañando seas niño o adulto, en nombre de su dios acomodado.
Un animal político esa es la definición que algunos hacen de Otegui, buscando no decir otros adjetivos o porque simplemente creen que es verdad. Yo creo que es verdad. El problema no radica en si es o no es animal político, el problema es que miente, manipula, retuerce, se ríe, aprovecha las debilidades ajenas, se oculta, es falso y el problema es que eso sea ser político.

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