Nos debatimos entre aguas veraniegas, turbulentas, no se si del Mediterráneo o Atlántico, da igual, son mares poderosos, dos masas de agua, cerrado y abierto, dos vesiones distintas de la naturaleza.
Llegó el calor, continúa la vida.
Se acercan los San Fermines, la Manada ha sido condenada a más años de cárcel, los que han visto las cintas pueden opinar con mayor conocimiento de causa, los condenados han convencido a la opinión pública de su comportamiento nada edificante, también al Tribunal Supremo.
En Navarra el PSOE de Madrid, Federal, ha tomado una decisión con argumentos que luego echan en cara a los demás, derecha, izquierda, centro, eso es constitucional, independencia no lo es. Supongo que los de Bildu prohibirán los toros, los encierros.
No llega la investidura, se retrasan los acuerdos para que sus señorías se vayan de vacaciones.
Llegó José Tomás. Unos privilegiados pudieron verle en Granada, disfrutar de La Alambra, sus noches, un buen jamón, una manzanilla. No me quejo, no he sido afortunado. He visto 4 minutos y pico de sus faenas. Me ha impresionado su quietuz, los estatuarios, su mirada hacia abajo, supongo que con el toro controlado, una pena no poder verlo en Madrid, con toros de Madrid, con público de Madrid y poner Las Ventas boca abajo. Valor es desde luego, toreo también, lo que no se es si es tan grande como le ponen sus partidarios. Su figura es diferente. Se ve una bandera de España, rojo y gualda como un anillo que cubre la plaza de Granada, el maestro y el toro frente a frente, con intenciones diferentes, los dos se respetan mucho, el toro es animal irracional, no sabe de esto, no sabe que su raza no goza del favor de los españoles como antaño, porque ahora somos más civilizados. El toro de lidia no conoce la civilización, lo suyo es el campo. Hay quién dice que si no hay corridas se acaba, no se le protege, a los dinosaurios se les resucitaría, al toro de lidia no. El toro bravo, el de San Fermín, se extinguirá por español.
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