Muchos argumentos giran alrededor del dinero, rentabilidad, sostenibilidad, mezclando cifras, demagocia, populismo, hipocresía, mucha manipulación; es casi corriente ver defender con ímpetu dos argumentos totalmente opuestos, contradictorios. Conforme a las propias fuentes británicas, resulta que los paraísos fiscales permiten una evasión de impuestos enorme, más del 35% se va a esos paraísos creados por los propios británicos desde que empezaron a sacar provecho de su situación como centro neurálgico de su Imperio, del mundo. Los medios atacan o defienden a los respectivos gobiernos, aunque siempre son neutralmente puros, no intentan influir en las decisiones, no se dejan presionar, son independientes; en nuesros días Boris J. tiene algunos amigos y muchos enemigos, la situación en UK es de reconstrucción, el dinero sigue siendo la pista más importante a seguir. No hay país perfecto los que han sido grandes, naciones de poder y responsabilidad, han hecho cosas buenas y no tan buena; estos ingleses se han visto apoyados por la propaganda, intereses, coyuntura, adelanto a los acontecimientos y nada de mariconadas que añadiría JL Torrente, el brazo tonto de la ley. Hay un estilo, el estilo inglés basado en pragmatismo, cierto sentido común, claros objetivos. caiga quién caiga, el premio estea en esta Tierra.
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