domingo, 28 de noviembre de 2021

Omicron.

 ¡Vaya nombrecito! Desde luego tiene alguna razón de ser, al parecer es la Organización Mundial de la Salud y el alfabeto griego la combinación ganadora, algo asi como las tormentas tropicales sólo alfabéticas, despista, pero da igual el nombre tampoco cura por si mismo. A la OMS hay que tenerle respeto  no preguntar por el nombre que es lo de menos, a mi me interesa más lo del virus, la Covid-19, el coronavirus, sus mutaciones. Lo cierto es que leo en los medios US relevantes que viene de África del Sur, que puede dar problemas, que hay que vacunar a todo el mundo, en este caso apuntan a la escasa vacunación en aquel continente . Esto último es lo que más me llama la atención que todavía lo de las vacunas no se plantee con una rotundidad sin retoques. Recuerdo las primeras impresiones sensatas que leí en expertos( de verdad) de USA y UK allá por la primavera de 2020, coincidían que al ser un virus la vacuna sería cuestión de tiempo y mientras habría que contagiarse, ese era el mejor diagnóstico, morirían muchas personas, los hospitales se colapsarían, cuanto antes se consiguiese una vacuna eficaz mejor. Luego la política ha mostrado su cara. Hecho de menos que la OMS  con todos sus funcionarios tan bien pagados no se exprese con claridad, desde  su punto de vista, sin politiqueos, con recomendaciones claras de lugar y tiempo, no se puede seguir mareando a la perdiz, el virus ya se ve que sabe despistar.

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