sábado, 13 de noviembre de 2021

Mascotas,

Los perros, como eso llamado mascota, me hacen reflexionar, cada vez me encuentro más, distintos, influentes. La única mascota que he apreciado en mi vida es una cabra del Tercio de Extranjero, imponente, majestuosa; he tenido perros, o los había en casa, un piso, en mi época de adolescente, capricho consentido por mi santa madre que luego tenía que hacerse cargo o mis hermanas, una injusticia; nosotros les pusimos nombres, mis amigos también tuvieron, había un doberman, Kazán, que era peligroso, me acuerdo de Perdy, Chulo, Faruk, Pezo, Twist, Bambi. No hablamos de mascotas uno no sabía lo que era eso. Paseo por las calles de Los Angeles, fundamentalmente Los Feliz y Silver Lake, barrios del norte de hollywood, hay mucha gente con mascotas, he llegado a la conclusión que el 90% son caucásicos, o blancos, aunque los muchos latinos, hispanos, afroamericanos o asiáticos que por aquí pululan no deben tener tiempo, dinero o ganas por las mascotas, u otros afectos, me preguntaba en mis paseos si será un espejismo o casualidad. En Australia también había mucha mascota, perros realmente feos, claro que allí los descendientes de las prisiones británicas son de piel clara, con pecas, los reconocidos, protegidos, venerados, aborígenes no van tanto por la calle o se dejan las mascota en casa o es una serpiente muy venenosa, cocodrilo o escorpión. Tengo la sensación que lo de las mascotas son de gente blanca que tiene de casi todo que se pude comprar, incluido un Tesla.

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