Nos toca en casa y como siempre el problema somos nosotros, como estamos de fuerzas, el partido de Copa próximo, las selecciones, el querer hacer casi todo de forma competitiva. Yo lo veo en el desayuno con mis tostadas de aceite de oliva y mi té. Es curioso en España si pides un té te preguntan si te duele el estómago. ¿ Me dolerá después del partido?. Por cierto creo que el alcalde de mi pueblo ha dicho: "Me gustaría que la gente, del Madrid o cualquier otro equipo, sintiera por un segundo la felicidad que conlleva ser del Atleti. El tsunami de emociones que supone."¿ este señor qué desayuna?.
Ya ni comento la alineación, se trata de mantener el equlibrio. No me he llevado sorpresas, en realidad de lo único que se trata es de ganar. En casa sólo me preguntan eso, alguien que dice siempre que no le gusta el fútbol que vio una vez un partido de Copa en Chamartín y se llevó un libro por si se aburría, como así fue. Será que ello es la esencia. Un rival por la Liga parece que no aguanta y se concentrará en Copa, el otro es el favorito para todo.
El partido es lo que es. Como siempre el rival , en este caso el Leganés, juega con más fuerza, disciplina, ganas, la ilusión de sacar algo, con todo menos con nuestros jugadores. Acaba 3-2 que lo bueno es que dependemos de los fallos del contrario en Liga. Se dosifican jugadores, Mbappé mete dos de penalty y falta, el otro el número cinco. Acaban reventados, aunque nunca hubo movilidad, o buen ritmo, es de esos partidos con, otra vez, mucho de trantran. El árbitro debería dedicarse a otra actividad.
Es cierto que en las semifinales de Copa o contra el Arsenal no podemos jugar de esta manera. La máxima preocupación es recuperar jugadores en medio campo y que los delanteros sigan acertados
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