domingo, 8 de diciembre de 2013

En tierra de turrones antes de Navidad.

El Olimpic era un equipo ilusionado desde el sorteo, porque les había tocado el gordo. Ayer, un equipo lanzado ante su gente, en su estadio, marcar sería una ilusión, empatar un triunfo y ganar un sueño. No sabía nada del Olimpic, nunca le había visto jugar. Lo mejor es que van a ver al Madrid y el estadio se iba  a llenar, con su cesped duro/artificial.
No se vió nada claro, los focos no ayudaban. Campo pequeño y muchos jugadores en el área local.
El Madrid con un equipo de teóricos suplentes; aunque no tanto, porque titulares-titulares de la plantilla sólo veo como máximo cuatro, el resto pueden ser suplentes en cualquier momento.
El tema Di María pesaba en el ambiente, el jugador despistado como le pasa a veces. Lo mejor es que permitía observar a los que prometen caso Morata, Jesé, Casemiro o Nacho, unos más que otros.
Primera parte de satisfación local por el trabajo hecho. Dominio del Madrid y ninguna oportunidad. Jesé muy desconectado y Morata cayendo en fuera de juego. Ninguna precisión en el pase final entre tantos defendiendo.
En el segundo tiempo sacó el Madrid jugadores más desequilibrantes, que no mejoraron porque fallaron claras oportunidades. Los del Olimpic continuaron con su orden y entusiamo sin dar patadas. El fútbol al final es el gol.
Fue el típico partido que probablemente los jugadores no querían jugar en uno de los dos equipos y esto iguala. La defensa estuvo bien todo el partido, Ramos concentrado.
Quizás lo más preocupante es que los que tenían que ser probados en ataque, aquellos que la prensa y gente que va al campo dicen que tienen que jugar porque son canteranos, constataron lo difícil que es jugar en este equipo. No es cuestión de ser canterano o no, es cuestión de jugar bien, desmarcarse, irse de los defensas contrarios y marcar.
Enhorabuena al Olimpic.

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