viernes, 13 de mayo de 2016

El come de todo.

Las elecciones tienes esas cosas, sobre todo cuando te has pasado cuatro meses en "negociaciones" para continuar haciendo lo que siempre has hecho; cuando hacer politica es una forma de vivir, como el funcionariado vilipendiado, o una cuestion de pura existencia antes de volver al agujero de origen.
Se buscan los " espacios", es decir los votos, de forma desesperada, con combinaciones matematicas que permitan echar al que resiste y desafortunadamente, por el progreso y el bien del otro vilipendiado pueblo, ocupar su lugar.
Sin ambiciones, ni fincas, simplemente porque yo lo valgo.
Si fuesemos un mucho ingenuos, podriamos pensar que ejerciendo el poder tambien se aprende y se puede corregir, pero esta ilusion no genera votos.
El gran generador es el ancestral camelo que se remonta al siglo XIX pintado de colores bolivarianos en medio de la pretendida Europa del siglo XXI. Hay una parte del sufrido nucleo ciudadano que se lo cree.
En parte por cansancio, necesidad de creer, desilusion, aburrimiento, juventud o vejez, por tener poco que perder, resentimiento, candidez  y porque los otros no se explican debidamente.
El monstruo come galletas engulle lo que puede por la izquierda o el centro agotado.
En Venezuela, releyendo a Marx ( nadie en  realidad lee sus obras o examina su tiempo), han credo al gran fagotizador. Prefiero el marxismo de aquellos hermanos, tambien judios, con talento de bodevil y grandes dotes de improvisacion.
Groucho nunca pretendio cambiar el mundo, bastante trabajo tenia con aguantarse a si mismo y era mas de cigarros puros, whisky y algunas bellas damas, todo junto.
Estan empezando a fagotizar a la llamada izquierda de Iberia, dentro de poco solo quedara una izquierda, absoluta, llena de ideas antiguas y ejemplos de grandes logros bolivarianos.
El gran fagotizador se abre paso.

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