domingo, 28 de agosto de 2016

El Celtiña, Coliseo romano I.

Primer partido de Liga en Chamartín y en agosto, mucho calor para los dos.
Aparece en escena el Celta de Vigo, equipo aseado, disciplinado, bien colocado, que ha perdido a su mejor referente de cara al gol y presenta novedades con el mismo buen entrenador, Berizzo.
Ante estos conjuntos hace falta garra, velocidad y precisión en el último pase. Casi nada de esto vi.
Los locales lucen con el equipo teoricamente titular, a la espera de los lesionados.
No hay oportunidades claras fruto del juego aunque se llegue a tocar la madera. Me gustó Modric en la primera mitad, Casemiro ( si él no recupera balones pocos hay para hacerlo) y algún detalle más; los otros no desentonaron, pero tampoco lucieron. 
De los definidores, quizás apuntar que Morata no remata ni dibla ni tiene fortuna, Asensio se apagó y Bale no lució lo habitual. Bien en la contención el equipo, pero para el Madrid es muy poco.
En los primeros 25 minutos de la segunda parte debimos hacer más goles, Sergio acertó en sus intervenciones ( y falló en el primer gol), nosotros no acertamos demasiado y al final de rebotes y viniendo de fuera de juego Morata atinó.
Luego un empate rápido de los visitantes, un buen gol en el tiro de Orellana con llegadas tardías de S. Ramos y Marcelo y sufrir hasta el gol de Kroos. 
Un 2-1 corto que pudo haber sido peor. Los del Celta pensarán que perdieron una buena oportunidad y que lo dieron todo.
No tenemos buenos pasadores, James, Lucas V. y Mariano ni mejoraron ni empeoraron el conjunto.
De los árbitros no hablo.

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