sábado, 8 de octubre de 2016

El milagro del Hudson.

El gran Clint Eastwood ha hecho su última película, "Sully", y ha puesto unas notas de su piano.
Es una película de profesional serio de Hollywood, sin florituras, al grano, contando una historia de la manera más sencilla con buenos actores y buenos profesionales en todas las facetas de la creación cinematográfica.
Al final un buen trabajo.
No son sólo imágenes, hay comportamientos y te hace reflexionar.
¿Y la historia de que va ? 
Al fin y al cabo como decía John Ford, una película es contar una historia.
El capitán Chesley Sullenberg pilota el vuelo 1549 de US Airways el 15 de Enero de 2009. Al poco tiempo de despegar una bandada de aves le paró las dos turbinas de su Airbus, en situación muy comprometida para los 155 ocupantes del avión y decidió amerizar en las frías aguas del Hudson. 
Lo hizo perfecto, salvó a todos y se perdió la aeronave. 
Al héroeTodo el mundo le llama Sully que es más fácil. Llevaba 42 años de piloto, incluida la Air Force.
No voy a fastidiar la trama. 
Para los que hemos vivido esas experiencias, encontrarte en medio de la inmensidad de NY, a casi 3.000 pies, sin potencia y con un avión de esas dimensiones es como la peor pesadilla. No le da para regresar a La Guardia, ni tomar en New Jersey y eligió el río; podría haber sucedido en verano con mejores temperaturas.
Lo curioso es que habiendo actuado de forma impecable y conseguido el objetivo de salvar a todos, otra parte del colectivo humano trata de buscarte las cosquillas, crearte dudas y demostrarte que no era para tanto, que había tiempo para dar la vuelta y tomar como si nada en La Guardia, eso decían los ordenadores, las máquinas, la teoría, sin tener en cuenta el factor humano y todo lo que significa.

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