¿Qué hubiésemos pensado si en 1978 nos dicen que en una universidad de Madrid, 100 tipos, enmascarados muchos, se van a manifestar contra una conferencia de Felipe González a gritos de fascista y terrorista? ¿Y leyendo un manifiesto contra él y Juan Luis Cebrían?
Imposible, diríamos.
En la universidad se han manifestado muchas veces estudiantes, otros que no estudian nada y profesionales de esto de montar follones. En la universidad de Somosaguas, cuna de los líderes de Podemos había tortas ( en el sentido de entrar y coger un sitio) para recibir a Hugo Chavez, que es para echarle de comer aparte.
Lo curioso no son los sujetos pro etarras que se pronuncian bajo una máscara o los anti sistema que también se ocultan y estudian mucho ni los de Podemos; lo curioso es que leen un manifiesto de los pecados de los pretendidos conferenciantes, errores u omisiones, delitos muy graves según ellos y no hay ninguna solución a los problemas diarios, excepto la alternativa de la demagogia.
Lo curioso son los insultos. Lo de terrorista al sr. González está amparado en el error, chapuza, fracaso, torpeza institucional de los Gal y el llamado terrorismo de Estado.
Pero ¿y lo de fascista?
Resulta que el señor que unió al socialismo después de la dictadura entre la construcción de una democracia en España, que presidió su gobierno durante 14 años, es fascista. Debo repasarme las definiciones, estudiar mejor, porque si lo dicen los etarras-separatistas-antisistemas-Podemos, tienen el privilegio de la verdad.
El caso es que la comparecencia de los oradores se suspende.
Ganan los violentos, no gana la libertad, ni la inteligencia; gana la cacerola sin sal que niega todo por principio aprovechándose de la angustia de los que sufren de verdad. gana la incultura, el totalitarismo y eso si es fascista.
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