domingo, 16 de octubre de 2016

El Betis de Sevilla manque pierda.

Después del virus FIFA con todos los lesionados en nómina, el Madrid visitaba Heliopolis, flotaba la incógnita en el aire. Los cuatro empates, extraños, realidad, sintomáticos y diferentes necesitaban el contra punto de la victoria inapelable.
Sacamos un equipo lógico con Isco en el centro del campo, para darle una oportunidad como dicen los expertos, Kroos y Kovacic no podían descansar. Sigo creyendo que con cuatro centrocampistas seríamos muy seguros; con el 4-3-3 hay que correr casi todos.
Los locales estaban entusiasmados, lo intentaron, corrieron mucho detrás del balón y Joaquín quiso marcar las diferencias con Ruben Castro. Sin embargo nada salió conforme a su guión y Adán paró bien, menos mal. 
Varane remató muy pronto a la red y dicen que así todo es más sencillo. 
En efecto esto del fútbol es cosa de dos y sensaciones, por lo tanto no nos aventuremos sólo valoremos el 1-6, y el hecho que los jugadores no se dedicaron a vagar por el campo. El cuarto gol fue de manual, precioso tanto, contraataque coral.
Todos salieron lo que se dice enchufados, desde el comienzo, y eso ayuda. Isco marcó dos veces, su segundo excelente, y se reinsertó como futbolista con trabajo y esfuerzo, pero ante un rival como el Betis; habrá que esperar, porque no es centrocampista. Marcelo volvió y en ataque se nota al igual que muchas veces no recupera en sus frecuentes subidas y alguien debe hacerle muchas coberturas.
Los cambios permitieron participar a tipos como Lucas, Morata o Asensio que contribuyen. Benzema va a más y CR7 no acierta tanto como antes; las razones no las se, yo le veo mejor pero todavía sin ese punto suyo.

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