lunes, 13 de febrero de 2017

Ojos que no ven.

Esto de la globalización te permite vivir de forma diferente. Cuesta imaginarse los tiempos cuando en viajar se invertían meses y no todos los miembros de la familia llegaban sanos o al mismo sitio a la vez.
No veo la televisión, no tengo; si tabletas y esas cosas. En este lugar del Pacífico se mira al océano porque es lo natural y por sus puestas de sol. Te levantas cuando otros se acuestan, vives a toro pasado.
Hay una gran diferencia horaria con la vieja y civilizada Europa, que continúa sumida en sus indecisiones, intento leer sobre los clásicos griegos para no perderme demasiado. No obstante observo lo que ocurre, lo filtro con la tendencia del casi nunca neutro autor y saco mis conclusiones.
Realmente no se lo que es peor si la continuidad sin reconocer errores- duele mucho dar municion al rival-o el intentar convencerte de la cuadratura del círculo. Esto último va por Podemos.
Lo curioso es que parece como si no ocurriese nada y el problema es saber realmente lo que ocurre, como ser poseedor de los resultados de una encuesta que realmente dijese lo que opina the people.
No creo que hayan cambiado las cosas mucho; los problemas siguen siendo los mismos pero se ve una tregua de los medios, aburridos, decepcionadas ante el poco atractivo de las ideas o los candidatos.
Sinceramente es lo que hemos sembrado, vulgaridad, escasez de criterios. De ahí mi retorno a los clásicos como medicina.

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