No se si habrá muchos que apostarían porque Guardiola, el entrenador, nunca será presidente de la Generalitat. Si, de pronto, este hombre, sabio del juego, preparado para entrenar alta competición, sin dobleces, sin complejos, que nunca miente, que pierde con gran clase, estilo, sin taras ni fantasmas, que habla idiomas, decidiese hacer un gran servicio a Cataluña y se postula como candidato ¿Saldría elegido?
¿Cosas tan esperpénticas nunca se han visto?
En la Generalitat, el penúltimo de los honorables es un tal Puigdemont que está comiendo patatas fritas con mejillones del Mar del Norte en Waterloo. Su cara es el espejo de su alma, el resto es historia reciente. El actual se dedica a pirómano, activista indendiario le llaman, ha ocupado ese sillón por designación. Hubo uno llamado Pujol, señora abadesa incluida, hijos varios que siguen el ejemplo de los progenitores, corrupción eterna a la tumba en nombre de la democracia. dejó el testigo a un tal Mas, que ya ha sufrido condena, el cual, parece que propone a Guardiola. Sería magnífico contar con un personaje de tal envergadura, conocido en el mundo, en Oriente Medio, gran diplomático para nunca opinar sobre lo que pasa en esos países del petróleo que pagan tan bien. De hecho su segundo de a bordo debería ser Xavi Hernández, extraordinario personaje que siempre me encandiló por su ajustado criterio, imparcialidad, honestidad, saber perder, en un campo de fútbol. Entonces si que podríamos decir que el FCB es más que un club, es una masía de presidents.
En la Generalitat, el penúltimo de los honorables es un tal Puigdemont que está comiendo patatas fritas con mejillones del Mar del Norte en Waterloo. Su cara es el espejo de su alma, el resto es historia reciente. El actual se dedica a pirómano, activista indendiario le llaman, ha ocupado ese sillón por designación. Hubo uno llamado Pujol, señora abadesa incluida, hijos varios que siguen el ejemplo de los progenitores, corrupción eterna a la tumba en nombre de la democracia. dejó el testigo a un tal Mas, que ya ha sufrido condena, el cual, parece que propone a Guardiola. Sería magnífico contar con un personaje de tal envergadura, conocido en el mundo, en Oriente Medio, gran diplomático para nunca opinar sobre lo que pasa en esos países del petróleo que pagan tan bien. De hecho su segundo de a bordo debería ser Xavi Hernández, extraordinario personaje que siempre me encandiló por su ajustado criterio, imparcialidad, honestidad, saber perder, en un campo de fútbol. Entonces si que podríamos decir que el FCB es más que un club, es una masía de presidents.
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