miércoles, 2 de septiembre de 2020

De cajón de madera de pino y moño.

En Psyco la célebre película de Hitch, sir Alfred para los sirvientes, te asustabas al aparecer una señora con moño que no estaba difunta, cuchillo enorme en mano, que en realidad era su hijo asesino disfrazado, todo esto era una novela convertida en guión para que el mago del suspense filmase con su maestría habitual, yo me asusté la primera vez, daba miedo la del moño , el gran Tony Perkins, sin ortodoncia necesaria porque venía de Hollywood ortodonciado. Hoy he visto a otro señor con moño que me ha asustado, no sólo por la dentadura, sonrisa; como aficionado al cien he visto a un actor  regular que ha planeado su intervención en una entrevista de televisión, creo que incluso lo ha ensayado exhaustivamente con sus colaboradores, repitiendo sus mantras  de audiencias necesitadas y lo de un cajón de madera de pino, desconozco si es aquel en el cual todos acabamos. Una actuación de progreso, sin Janet Leigh, coalición, de dinero que se pude gastar, hay que gastar más, subir impuestos en la compra de yates, aunque no se disponga de él todo como el cajón de madera de pino, obvio. El director de la intervención, durante el ensayo sin público, ha sugeridodo al del moño rojo que debe mostrar sus brillantes ideas comunistas, tiene que dar la sensación de calma, respeto de todo sin respetar, equilibrio sin cuerda, sensatez de republicano equilibrado que no fue recibido en audiencia, capacidad de diálogo con cualquiera por el bien de todos, presagio  de una república que llegará más temprano que tarde para construir un país más justo que resuelve sus problemas territoriales, como un cajón de madera de pino. Al final la entrevistadora ha declarado que es un honor tenerlo allí. Me he metido en mi caja de pino como un Drácula de Despeñaperros, barato, para salir sólo por la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario