Complicado tendiendo a sencillo.

En efecto no es tristeza es alivio. Lo de Bale demuestra lo complicado que es esto del fútbol, fichar, arriesgar mucho, contratos, derechos, deberes, permanencia, adaptación, rendimiento. Si lees a Sid Lowe corresponsal de The Guardian en España, creador de opinión para sus compatriotas, que piensa saber mucho de esto nuestro, presume de equilibrado, escribe en inglés, barre para casa, como todos, con escasa originalidad, te formas una opinión que suena a capricho de esos vagos, insolidarios, salvajes, hispanos, comparados con la Premier. Es el corresponsal que menciona a los conocidos periódicos madrileños que pontifican en la nada sobre fútbol como fuentes fiables. El título es "amargura, resentimiento, alivio", que supongo implica a todos los actores de este negocio de un Bale que se va todavía con contrato, ya dijo en 2016 que para sus compatriotas siempre fue muy complicado triunfar fuera. Por supuesto el experto británico, que supongo domina el castellano, habla de todo un poco, estadísticas, trofeos, goles estupendos, partidos, nada de rendimiento o lesiones, poco de carácter, integración. Menciona, muy inglés él, que las "controversias, básicamente, se refieren a su afición al golf, no salir por las noches y a penas ser capaz de expresarse en castellano, como crímenes horribles", al parecer son sus pecado según los españoles. Eso es simplificar demasiado. Bale, vino con gran ilusión por sus cualidades, capacidades y dotes futbolísticas, firmó un contrato, no se le exigió prueba de inteligencia o carácter, eso lo hacía don Santiago a ojo, ha tenido grandes actuaciones, ganado muchos títulos importantes y decepcionado porque se ha borrado mucho, los que mejor le conocen son sus compañeros y entrenadores, ha tenido fortuna con ellos y Zidane que ha aguantado lo que otro no hubiese consentido. Es un buen jugador que puede dar años de fútbol, no es una verdadero jugador del Madrid donde se exige mucho, todos los días. Ha vivido, gozado, disfrutado de la ciudad, del golf incluído, aislado, como muchos británicos, un tanto pueblerinos que lo que echan de menos es regar las plantas, gran actividad donde tanto llueve.