jueves, 10 de septiembre de 2020

Un atuendo decente.

Recuerdo la primera vez que vi los impresionistas en el Jeu du Pomme, ese museo que me encantaba por su calidad exquisita, su tamaño diminuto comparado con el imponente magnífico monstruo del Louvre, todo allí en las Tullerías, chic como Paris; los museos agotan y aquel dejaba un regusto de volver. Pasó el tiempo y dejó de albergar esa colección. El museo del Quai d'Orsay es excelente, lleno de arte, enorme, como la mayoría de los grandes museos del mundo que acaban con el turista accidental o no, a los hijos del turista, a cualquiera que se adentre por sus salas. A mi me gustan muchos de sus cuadros, también "El orígen del mundo" de Courbet que siempre provocó escándalo, incluso en la sociedad francesa, que comparados sus baremos con los de la española simulan elevadas cotas. Hoy, o ayer, no han permitido pasar a una jóven por un escote demasiado pronunciado, al parecer fue una señorita o señora  de seguridad,  la que tomó la controvertida decisión antes de que pudiese mostrar su entrada, aquello era un escándalo que diría Rafa-él. He visto la foto de la afectada y bueno tiene un canalillo que diría un amigo mío, exuberante, pero todos hemos visto cosas que nos han distraído más en nuestra breve existencia, no exenta de oportunidades. Reconozco que el dicho de las carretas y lo otro del #Metoo debe considerarse un factor, pero tal como vivimos hoy en día rodeados de imágenes resulta difícil sorprenderse. Nadie menciona la mascarilla, quizá se deberían exigir mascarillas en el escote, seguro que nuestro gobierno (de coalición) trabaja en ello.

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