viernes, 2 de diciembre de 2022

Dar la campanada.

Me han hecho una oferta que no puedo rechazar, el mismísimo Michele Corleone; no envió a su Luca Brasi ni a Rocco, envió a Chiquito de la Calzada, que en gloria esté. Había más gente en el tumulto, creo que Arévalo, con sus chistes de gangosos, que no se yo si resistirían la época de #Metoo, Podemos, ministerio del Tiempo Futuro, que dirige esa gloria de España que no es Paca de Carmona ni Nati Mistral  ni doña Concha Piquer sino Irene yo me pongo la montera. La oferta venía en un sobre con motorista. Al principio pensé en mi cese, inmediato, fulminante, luego recapacité, concluyendo que soy un jubileta y a los jubiletas los han cesado hace tiempo y gracias a Dios el país sigue. En mi pesadilla lo que más me sorprendía es que entendía la presencia de Chiquito aunque echaba de menos a Miguel Gila que sufría los azotes de La Montero & Cy. Finalmente apareció don Tony Leblanc de Kid Tarao, como gangster de los años treinta junto a Robert de Niro que ponía cara de Robert de Niro. Tony, tardaba mucho, en transmitir el mensaje pero se trataba de suplir a Bertin Osborne en las campanadas, incluso la oferta incluía hacerlo junto a la Pedroche, otra gloria hispana, no Anne Igartuburu que es muy alta  y me parecería a JM Aznar sin bigote. Me negaba porque yo no doy campanadas con gente del Atleti que le preguntase a Petón. Me desperté con una promesa. La próxima vez que ponga algo después de comer será "Placido" de don Luis con guión de Azcona, nada del maestro Kurosawa que me altera la fabada.

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