El llamado Séptimo Arte (ya nadie usa esa denominación), el cine, películas, no dejan de ser historias, contar historias como decía Ford , uno de los clásicos, o también su expresión de hago westerns porque parece que le conocían más por esa faceta, para los gringos es una forma de entretenimiento no entienden que te aburras; el público, en general, conoce a los que actúan, las estrellas, aunque su vida real sea una desgraciada realidad, los verdaderos creadores se quedan en segundo plano. Algunos dicen que la política es un arte, esta lleno de mentirosos, pocos creadores, pocos principios, protagonismo falso. Podría recordar muchas películas que me han llegado al corazón como obras que ayudan a reflexionar, a poner en la balanza diaria de la vida, a donde vamos qué hacemos, ya no digo somos o de dónde venimos. He leído posturas diversas sobre la decisión de los miembros del TC, todavía no hay película, se encuentran entre: el bloque conservador impide, o freno al plan de Sánchez para controlar el propio TC, u honda preocupación en los presidentes de Congreso y Senado; también expresiones como derecho a debatir de la minoría, golpe sin precedentes de la derecha a la democracia, hay quién pide salir a la calle como Iglesias...., en fin una variedad de sentencias que menos mal que estamos en la UE, aunque sea llena de imperfecciones, y la sociedad no es la misma de esos años treinta, las lecturas no nos tranquilicen demasiado ¿dónde vamos realmente? Quizá sea el momento adecuado de volver a los clásicos en las lecturas, buscar la sabiduría de la lengua, el significado de las palabras sin dotarlas de tanta imaginación, manipulación o uso sin ningún pudor. Nos hemos olvidado de lo esencial, del hombre con sus imperfecciones, defectos, limitaciones, incluso su mortalidad, por esta y otras razones, tenemos lo que tenemos.
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