martes, 13 de diciembre de 2022
Te mando un beso.
Los argentinos utilizan sus expresiones propias como te mando un beso, muchas que tienen su qué sé yo; ahora andan preocupados por la pelotita que les está entrando aunque no es bueno utilizar el balompié como sustituto de la política, de la vida, después de todo es un juego. He estado varias veces por allí, he vivido meses seguidos, me han tratado generosamente, la he pisado de norte a sur, muchos veces Buenos Aires me recordaba a un Madrid anterior. La Argentina, en épocas diferentes, con y sin restricciones para comprar
carne, conocí mucha gente me lo pasé muy bien. Una vez, cuando llegué, acababan de
ganar el mundial del 86 con el único Maradona, me encontré a Fangio con
más de setenta años, conduciendo con guantes; vi jugar, saludé, a Hugo Porta, caballos de polo,
música, la Argentina de un lado para otro, muchas minas, cero kilómetros.
Hay una serie "El Engargado", argentina, un consorcio le contrata,
edifico de alta gama, Cabildo, un repaso a la ciudad actual, un
manipulador, un malo con su gracia que confiesa que es malo a solas, amigo
de sus amigos; creo que en la versión española le encantaría a José Mota
aunque no es tan buen comediante como Guillermo Francella, su mala
leche sería menos sutil, como más manchego; el portero, el conserje,
bedel, aquí el encargado porque el idioma de don Miguel tiene muchos
matices, diferencias, como se habla en la Argentina. Boludo, qué
pedo, quilombo, dulce de leche, finde con asado, dale pelotudo, la
concha..., el mejor negocio del mundo es comprar a un argentino por lo
que vale y venderlo por lo que dice que vale. Yo le estoy agradecido a
La Argentina com si hubiese sido uno de esos emigrantes gallegos del
Barco de Valdeorras. Santo varón santo varón, que diría don Luis.
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