jueves, 14 de agosto de 2025

Begin the beguine.

La Vírgen de agosto, el nombre de María. Sabía que me podía pasar y pasó, el personal ha descansado mientras. Es un buen día hoy para volver a empezar, pasó el aniversario de boda de mis padres que les gustaba la canción, como la película que sólo vi una vez hace ya 42 años y he vuelto a ver. Faltaban unos minutos disponibles  para otra actividad, me trasladé con ella a 1980, a Gijón con Garci. Este director y yo tenemos en común que nos gusta el cine, aunque para mi Billy Wilder es genial, tampoco es Dios. Tenemos en común el cine y el fútbol, aunque a él le tiran otras rayas a las que soy alérgico. Soy muy del Crack I y II. Beguin the beguine fué una buena opción como título en inglés, acierto total. Sabía Garci que al elegir el título y canción de Porter, a los gringos, a la Academia, les iba a encantar. No recordaba la conversación del premio Nobel con SM El Rey y lo bien que le pone. ¡ Cómo cambian los tempus!. No recordaba el final, casi nada o el Asturias patria querida que ya es himno.

Lo malo, sin pretenderlo, ha sido Ferrandis, digno protagonista, el mismísimo Chanquete que nunca vi en aquel verano tan popular. Actor, su barba impecable mirándose al espejo, en su regreso patrio. Me he visto yo en el espejo, me han dado ganas de afeitarme. Eso que la lleva muy cuidada y viene de San Francisco, tenía 59 años cuando hizo la película, claro por eso se comporta como un chaval, más las vitaminas americanas, a pesar de su estado. Me he venido abajo. Luego he recordado la primera versión de biografía de Cole Porte, Night and day, nada menos de Michel Curtiz, con Cary Grant que nada tiene en común con el genio de Porter excepto las sexualidades de ambos, en el músico más relevante un aspecto. El acento que hace y realmente si se le ocurrió el Beguin the Beguine en un campamento de la guerra en África. Bueno así son los creadores, la ficción y los sueños. Incluso en el cálido verano.

Tampoco recordaba el final, las palabras, que dedica a la generación de los veinte años en la guerra civil, la de mi padre que él llamaba la generación desgraciada. Así cerramos el círculo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario