Boxing day, una tradición de las Islas y aquí también. Este año creo que a la Premier se la han cargado un bastante, ya lo dijo Dylan o la pista del dinero. Después de los viajes de captain James Cook que al final fue quién se llevó el balón de oro, aunque otros estuviesen antes, cambiaron muchas cosas. Muchas millas de mar, muchas islas, distancias enormes, todos los inconvenientes de esos tiempos. Luego llegó el imparable siglo XIX, el del imperio.
Por esta isla enorme habrá cricket, sobre todo en Melbourne, y todo cerrado, las compras en internet petarán. El rey Charles habla desde su palacio, le ponen un texto e intenta animar los espíritus de la pérfida, todos los mandatarios hablan. Sus discursos son un termómetro de los tiempos. La verdad es que, en la mayoría de las ocasiones, son correctos, sosos, inocuos, evitan la política.
Siempre que llego a este punto en mis reflexiones no me atrevo a dar el siguiente paso porque llevamos mareando la perdiz mucho tiempo. En unos segundos, me digo no es eso, es que el mundo es de los jóvenes, aquellos con algo por hacer, con vida por delante, No country for all men.


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