Lo dijo don Miguel de Cervantes y una frase como esta merece una reflexión :
" En los reinos y en las repúblicas bien ordenadas había de ser limitado el tiempo de los matrimonios, y de tres en tres años se habían de deshacer o confirmarse de nuevo y no que hayan de durar toda la vida, con perpetuo dolor de entreambas partes"
" En los reinos y en las repúblicas bien ordenadas había de ser limitado el tiempo de los matrimonios, y de tres en tres años se habían de deshacer o confirmarse de nuevo y no que hayan de durar toda la vida, con perpetuo dolor de entreambas partes"
No se porqué Cervantes eligió precisamente el periodo de tres años y no me cabe duda que llegó a esta conclusión basado en su propia experiencia y las muchas desgracias y malos comportamientos que provocaba la condición humana a su alrededor.
Puedo imaginar el escándalo de sus coetáneos antes tales palabras, que iban en contra del mandato divino, o la reacción positiva de sentido común de algunos responsables sensatos, que seguramente sólo podía tener lugar en privado o ante la conciencia de cada uno.
Menciona reinos y repúblicas; los primeros campaban a sus anchas por Europa y las repúblicas vivían en el limbo ideal de la Grecia o Roma clásica o en la ficción de los escritos cervantinos.
En la Inglaterra de Henry VIII, o su hija Elizabeth I, esto se acomodaba a los caprichos reales y hubiese habido que matizarla, para colmar los intereses de la corona.
Hay que ser sabio, tener sentido común, ser realmente progresista, y acumular valor para decir una cosa así; sobre todo porque se dijo allá por el siglo XVI en las Españas más poderosas y universales que vieron los siglos.
Desconozco si fue antes de Lepanto, supongo que no; o en pleno Concilio de Trento cuando la iglesia católica intentaba poner orden en si misma y arreglar, con los sabios jesuitas, los muchos entuertos producidos por comportamientos erróneos en la larga Edad Media.
Me llama la atención que se refiere sólo a la pareja y los supuestos vástagos, si existen, no son mencionados; ahí don Miguel, probablemente, también se ponía triste.
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