En los Estados Unidos no se celebra la Virgen de Agosto; no hay Asunción ni Paloma, no hay toreros que no se queden sin torear ese día porque no hay toros de lidia, la presencia de Mexico no es suficiente.
Tampoco se si eso es cierto en las Españas, con tanto paro y ataques a los toros; ya que veo que en la plaza de toros de San Sebastián se aplaude a Don Juan Carlos en la Semana Grande, y por otro lado los anti taurinos son también anti españoles en la Bella Easo y alrededores.
Seguimos perdiendo el tiempo.
Para no perderlo demasiado, en la dulzura de la noche de Hollywood, cuando la proximidad del Pacifico y el desierto ejercen su influencia, leo a Richard Holmes y su "Wellington", que no es un solomillo.
Llevo cien páginas, acaban de hacerle general en India; le falta España, la Laureada y Waterloo, la gloria eterna.
Hasta ahora me parece un hombre de suerte y destino, con virtudes, defectos y amistades, que dice (no se si sólo para afuera) que esta dispuesto a hacer lo que sea por el Rey y el gobierno.
Ahí me confunde un poco.
En esa Inglaterra de Arthur Wesllesly, donde el militar triunfante llegó a Primer Ministro, no tan triunfante, hizo demasiada política, por el monarca, naturalmente.
Y esa misma Inglaterra tiene ahora una reina que como cualquier deportista pretende batir el record de permanencia y celebrarlo; celebrar que es el monarca que más veces ha vestido la camiseta de la selección.
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