La eterna crisis griega continúa y desde Hollywood se ve seguramente como las películas de guerra , con una mezcla de ficción y realidad.
La Desunión Europea se impone porque no se puede luchar contra las cifras, los bancos y los que prestan el dinero; sobre todo si ha sido tan mal utilizado, con tanta corrupción y despilfarro.
No es posible entender esto en US sin consecuencias, al fin y al cabo es un estado federal y la UE es un deseo en construcción.
En la película de ese Hollywood de grandes producciones, The Guns of Navarone, que tanto gusta en Grecia, los alemanes quedan muy mal parados; en realidad en casi todas las películas de la Segunda Guerra Mundial, las SS son muy malas, no encuentran los explosivos, se dejan engañar como niños y los inmensos cañones se hunden cual RMS Titanic.
Los griegos de la película son duros, valientes, solidarios, incluso simpáticos y guapas/os; cantan y bailan; resisten a los invasores que sólo cometen errores a pesar de su superioridad científica y tecnológica, nunca se rinden. ANthony Queen enamora a la bella griega sin bailar un sirtaki.
Los ingleses son perfectos.
Inglaterra triunfa en la película, son héroes con sentido del humor, David Niven hace chistes y Gregory Peck es un inglés sin acento inglés. Sus destructores son americanos y navegan en un cerrada linea de fila, no hacen zig zag para obstaculizar el tiro y tocan demasiado las sirenas, muy ruidosas ante la alegría de lejanas explosiones.
¿Realidad o ficción? Bueno en la isla de Elba ocurrió algo parecido en 1944.
Al principio pensaron en William Holden y Cary Grant para los papeles principales. Me alegro que cogiesen a Gregory, el favorito de mi madre, que no podía poner cara de muy malo.
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