Después del gimnasio, carretera y manta, camino de La Granja de San Ildefonso. Allí al pie del palacio, de los aposentos del servicio de su antigua majestad, invitado a una preciosa casa, aperitivo, comida agradable, sobremesa y charleta prolongada en una terraza local.
Me recordaba a las bellezas de Francia, sus muchos pueblos, con ese toque nuestro que entonces les imitábamos mucho.
Como allí, como en París, empiezan a circular las noticias de un atentado en Barcelona, en Las Rambals, y continúan, continúan las informaciones, los acontecimientos; como en otros lugares anteriores de Europa, del mundo, pena, dolor, rabia, desconcierto.
Han elegido un lugar que les convenía.
Regreso a casa desde el Real Sitio, el puerto de Navacerrada otra vez.
Se repiten las imágenes. España está de vacaciones, Rajoy vuela a Cataluña, los Reyes en paradero desconocido para la inmensa mayoría. La Generalitat y la alcaldesa sólo hablan en catalán a los medios preocupados por su independencia. Las Fuerzas de Seguridad a cumplir con su deber como siempre. La noche continúa larga y calurosa hay gente que sigue sufriendo.
Antes una explosión en Alcanar por posible manipulación de explosivos
Cambrils sufre otro ataque en la madrugada.
Esto no es un hecho aislado, había diversos implicados que han circulado impunemente por esas tierras y pienso que hemos tenido suerte, porque, si se confirman los indicios, había mucho explosivo suelto y mucho terrorista entre turistas. No conviene dejar las cosas serias y trascendentes al azar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario