domingo, 20 de agosto de 2017

De veraneo y mariscos.

Partido inaugural de Liga en Riazor, el rival el Deportivo.
Ni idea de como juega aunque conozco bien a su entrenador Pepe Mel. Antes íbamos al Trofeo Teresa Herrera, amistoso, en este mes, ahora hay que empezar en serio, ante un público que siempre quiere ganarnos, como todos.
Empezamos con un equipo de teóricas garantías, incorporando un jugador por línea respecto al último título conquistado.
Ejercemos un dominio un tanto soso, con Isco conduciendo, lento el equipo. Los locales se someten, a la espera, y crean dos situaciones de gol en los primeros diez minutos que salva Navas, ponen todo el entusiasmo que pueden; Andone, superando a Nacho, y Bakkali peleando; nada se les puede reprochar.
Me aburría, lo confieso,  por nuestro juego cansino y de dominio, sin profundidad. En nada, como el que no quiere la cosa, marcan Bale y Casemiro (44 toques seguidos), justo cuando iba a decir que nos falta un killer, que no tenemos gol. También pienso que Bale no se va ni de su sombra y casi siempre llega tarde.
En la reanudación como se sienten superiores se dedican a caer en las provocaciones ( como S. Ramos), a las imprecisiones de cara a la portería y a permitir que el llamado respetable se entretenga en sus frustraciones.
El tercero nace en un control y pase extraordinario de Benzema que sabe de esto. A veces me daba la impresión de unos jugadores a rayas azules y blancas mirando lo que hacían los rivales.
Un penalty (?) desviado por Navas, expulsión de S.Ramos (?), cambios como Asensio, M. Llorente ( que me gusta mucho) y L. Vázquez para que jueguen más.
El 0-3 no se si es poco o justo, de los árbitros no hablo

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