lunes, 17 de febrero de 2020

La internet del sabio Salomón.

Hoy me han hablado de cuestiones que siendo obvias merecen una reflexión. Una podríamos llamarla "choque generacional". Un padre tiene un hijo que es adolescente, o hija si es de Podemos, que ha conocido internet desde siempre, no comprende nada que no se contemple a través del prisma de la red, una cabina telefónica le parece un objeto de museo que si es roja la asocia a un espía muy antiguo que siempre recalcaba a los soviéticos, a todos y todas, que su nombre era Bond, James Bond. Le despista que ese 007 sigue siendo leal a la misma reina, aunque sobre esta regia dama ya se pierde en el siglo en que nació. Ese padre tiene una madre que es abuela del adolescente, a la edad en la cual el personal alcanza la alegría de ser abuelo, no se interesa para nada sobre el mundo de sus nietos, con educación pregunta, sin interés, esperanza o mínima curiosidad. Otra es la novela de Ben Hur, que estoy acabando. Hay novedades, muchas respecto a la galardonada película de W. Wyler, que para el público en general es más eficaz decir de Charlton Heston como protagonista. Lo curioso es la manifestación que Simonides el fiel mayordomo, paralítico del siglo I, eficaz administrador de los bienes de su amo, le hace a su hija, orgulloso de su comportamiento, porque ella respeta, cuida, a su progenitor. Al parecer porque lo dice la ley hebrea. Los viejos, ancianos, tercera edad, son además sabios, que pueden aportar a los más jóvenes, a todos esa experiencia moldeada por los años que se convierte en sabiduría. Todo esto sin internet.

No hay comentarios:

Publicar un comentario