Sanción al Manchester City.

Todo es según el cristal con que se mira, excepto el final que nos pone a cada uno en nuestro sitio, pero el epitafio también depende de las gafas que llevemos, de sol o de ver. Los medios de comunicación, sus titulares, política o fútbol, cualquier faceta de la vida. Esos comportamientos son tan remotos como el mundo, el hombre, la mujer, o lo que pretendan Unidas/Unidos Podemos todos juntos. 

No voy a hablar de los jugadores NBA que se exhiben en Chicago, los más jóvenes, los del futuro real, son muy buenos, algunos lo confirmarán, otros caerán, otros como Doncic espero que desarrolle lo que se le vió en el Madrid, en aquella Eurocopa con Eslovenia y que nos siga echando de menos. No deja de ser una exhibición a mitad de la temporada, queda mucho.

Luego está lo de la sanción al Manchester City, que ya veremos en que queda tras la apelación. A mi me queda la sensación de protección a la Premier, los negocios británicos, intentar disminuir el hecho que es hacer trampas. Alguien puede invertir en fútbol, comprar jugadores, elevar los precios del mercado, todo según las reglas. Que se vayan con esos millones de dólares a USA, NBA, NFL, Baseball, Hollywood, que inviertan, como les dejen, seguro que son bienvenidos, pero deberán acatar las reglas, si ven que hacen trampas cambiarán las reglas. El entrenador del Manchester City, el cual me parece uno de esos entrenadores capaces, como hay otros, dependientes de los jugadores que tiene, como todos, es de los que gusta hablar, justificarse, decir medias verdades, negar la evidencia, perder muy mal, acabar frustrado como cuando jugaba contra el Madrid, como jugador. Eso si los palmeros, independentistas, catalanes descendientes del Mayflower, que también salió de Barcelona, buscarán la justificación.